dificultad en el aprendizaje

Cerca del 30% del fracaso escolar en Huelva se produce a causa de problemas de visión

11.11 h. El Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla señala que a lo largo del día los menores someten su visión a un elevado número de tareas, supone que sus ojos trabajen a pleno rendimiento durante toda la jornada mientras que, sin embargo, solo el 25% de los onubenses en edad escolar evalúa su visión al menos una vez al año.

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El Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla (CNOOA) advierte que 3 de cada 10 casos de fracaso escolar en Huelva vienen dados por dificultades de aprendizaje debidas a un desarrollo deficiente de las habilidades visuales del niño.Según la entidad colegial, a lo largo del día, los menores someten su visión a un elevado número de tareas, como leer, estudiar, hacer deporte, utilizar ordenadores o jugar con videojuegos. Esto supone que sus ojos trabajen a pleno rendimiento durante toda la jornada mientras que, sin embargo, solo el 25% de los onubenses en edad escolar evalúa su visión al menos una vez al año.María Ángeles Macías, delegada en Huelva del CNOOA, explica que “cuando a un niño le cuesta concentrarse, tiene dolores de cabeza, parpadea de forma excesiva, invierte palabras o tiene mala coordinación, puede tener deficiencias visuales que pueden ser detectadas por un óptico-optometrista”. “Existen problemas como el ojo vago, el estrabismo, y otros como la dificultad para enfocar y coordinar los dos ojos o la fatiga visual, que pueden ser corregidos con unas gafas adecuadas o con terapia visual”, añade la delegada.El CNOOA aconseja la realización de un examen de rendimiento visual a todo niño que tenga un bajo rendimiento escolar y, en caso de tener un problema de visión binocular, realizar un programa de terapia visual personalizado. A través de estos entrenamientos, se enseña al niño cómo tiene que ver o percibir, desarrollando las habilidades visuales no adquiridas.Revisiones a comienzo de cursoLa entidad colegial manifiesta que las revisiones que realizan a los menores bianualmente los servicios médicos en algunos centros educativos no son suficientes, ya que solo comprueban la agudeza visual del alumno en visión lejana, sin realizar pruebas que evalúen su rendimiento visual cuando estudia y realiza actividades en visión cercana. Además, estos reconocimientos, obligatorios hasta la finalización de Primaria, deberían implantarse en toda la etapa de escolarización y ampliar su frecuencia, siendo necesario un primer examen al comienzo del curso y otro, en las fases de mayor esfuerzo ocular. Estas son el segundo y tercer trimestre, cuando es más probable que un problema de visión binocular aparezca.Macías aclara que “tanto las anomalías visuales refractivas (miopía, hipermetropía o astigmatismo) como los problemas de visión binocular (fijación, acomodación, vergencias o movimientos oculares), no son enfermedades, sino defectos funcionales de la visión. Esto quiere decir que su temprana detección y la consiguiente puesta en marcha de un adecuado tratamiento, ya sea mediante terapia visual, gafas o lentes de contacto, mejorarían el rendimiento de los alumnos para afrontar los retos que se le presenten en el actual curso escolar”. Por esto, la importancia de realizar un examen de visión binocular antes de los tres años y otro, antes de cumplir los seis, ya que en caso de aparecer un problema de visión, a estas edades, tiene más fácil solución.Desde el CNOOA se recomienda a los educadores observar la conducta de los alumnos y poner en conocimiento de los padres cualquier anomalía que puedan detectar. Principales síntomasSegún el Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla, existen una serie de indicios que pueden anunciar la existencia de trastornos visuales en los niños:

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