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El truco que usan en Alemania para mantener la casa fría sin utilizar el aire acondicionado: sólo necesitas una botella
Un método casero, económico y fácil que ayuda a refrescar habitaciones pequeñas durante las olas de calor
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Con el verano llegan también las altas temperaturas, y muchas personas se enfrentan al reto de mantener sus hogares frescos sin recurrir al aire acondicionado. Ya sea por el alto consumo energético, por motivos económicos o porque simplemente no se dispone de uno, cada vez más gente busca alternativas naturales y accesibles para combatir el calor. En Alemania, se ha popularizado un truco muy sencillo que solo necesita una botella de plástico y un congelador, y que puede suponer un alivio en los días más calurosos.
Así es la técnica
La técnica consiste en llenar una botella plástica de 1,5 litros con agua, sin llegar hasta el tope para evitar que se rompa al congelarse. Se deja en el congelador durante la noche y, al día siguiente, se coloca en un lugar elevado dentro de la habitación, como una estantería, un armario alto o una repisa, siempre sobre un recipiente que recoja el agua de la condensación. A medida que el hielo se derrite, se genera una corriente de aire frío que baja y ayuda a reducir la temperatura del ambiente de forma gradual.
¿Por qué funciona?
Este truco funciona gracias a un principio físico muy simple: el aire frío es más denso que el caliente, por lo que tiende a descender. Al colocar la botella congelada en un punto alto, el aire más fresco que se libera va bajando poco a poco, refrescando el entorno cercano. Aunque su efecto no es comparable al de un aparato de aire acondicionado, en espacios pequeños o cerrados se nota rápidamente y puede proporcionar una sensación térmica más agradable durante unas horas.

Otras alternativas
Además de este método, hay otras formas igualmente prácticas de mantener la casa fresca. Por ejemplo, colgar toallas húmedas en el centro de la habitación contribuye a refrescar el aire mediante la evaporación del agua. También se recomienda mantener las ventanas cerradas durante las horas más calurosas del día y abrirlas al anochecer para aprovechar el descenso de la temperatura exterior.
En definitiva, este tipo de soluciones sencillas y de bajo coste son especialmente útiles en tiempos de calor extremo, que cada vez son más frecuentes debido al cambio climático. Aunque su efecto es limitado, el truco de la botella congelada es una forma económica, ecológica y eficaz de refrescar el hogar sin gastar energía ni generar ruido. Una pequeña ayuda que puede marcar la diferencia cuando el calor aprieta.