EJEMPLAR VENENOSO, AUNQUE NO PELIGROSO
Capturan una culebra en La Monacilla tras la alarma generada entre los vecinos
14.32 h. La Policía Local del Aljaraque ha devuelto al medio natural a una culebra que estaba por las zonas públicas de La Monacilla. Tras ser requeridos los agentes por los vecinos, éstos la capturaron y la devolvieron al campo.


Agentes de la Policía Local de Aljaraque fueron requeridos por vecinos de La Monacilla, debido a que una serpiente, culebra bastarda, se encontraba en una zona pública del municipio.
Como relata en su Facebook el cuerpo policial el animal se dio cuenta tarde de que el lugar no era el apropiado para buscar alimento y, a pesar de mostrar una actitud activa y realizar movimientos muy rápidos, los agentes procedieron a capturarla para devolverla a su hábitat natural, en una zona del pinar alejada de los parques y el casco urbano. Es lo que tiene la primavera y nuestro envidiable entorno natural. Después de la experiencia, a continuar con el servicio.

Los ejemplares machos adultos de culebra bastarda pueden llegar a superar con facilidad los 2 metros; son frecuentemente menores, aunque individuos muy excepcionales pueden alcanzar hasta 2,55 m, siendo, por tanto, la mayor especie de la península y del resto de Europa. Posee dientes venenosos en la parte posterior del maxilar superior, una posición por la cual es difícil que lleguen a ser efectivos al morder al hombre. Sin embargo, los ejemplares de mayor tamaño, al poseer una boca de gran amplitud, sí pueden causar envenenamienos leves, nunca mortales.
Solo se conocen, según Wikipedia, algunos casos de envenenamiento en los seres humanos, habitualmente por introducir el dedo en la boca de la serpiente. En tal caso, la picadura viene acompañada por la inflamación local y el dolor, edema y/o linfangitis o síntomas neurológicos (parestesias, disfagia, ptosis, disnea) o, excepcionalmente, una leve parálisis. Estos efectos son, sin embargo, pasajeros y tienen una fácil cura. No obstante, el tratamiento médico es indispensable en caso de envenenamiento.

Se alimenta de pequeños mamíferos (hasta gazapos de conejo), aves y lagartos, así como otros ofidios de menor tamaño e incluso ejemplares de su propia especie, pero los jóvenes principalmente capturan lagartijas e invertebrados.
La naturaleza no amenazante de la serpiente, junto con su baja persecución por parte del hombre, lo ha convertido en una de las especies más comunes, incluso en áreas ocupadas por humanos.