LA FAMILIA NECESITA 5.000 EUROS
Piden la colaboración ciudadana para poder repatriar el cadáver del joven ahogado en La Bota
14.30 h. Buba nunca pudo volver a Guinea y hacía casi una década que no veía a su familia africana. Su esposa, una onubense, quiere enterrarlo en su ciudad natal, por lo que se ha habilitado un número de cuenta en el que realizar donaciones. Es el 2100 7225 38 0100060134.

“Habíamos pensado en enterrarlo en Málaga, en un cementerio musulmán que hay allí, pero creemos que su familia africana tiene derecho a verlo por última vez, a despedirse de él”. Habla Carlos, el sobrino de Buba, el guineano de 29 años que este sábado en la playa de La Bota se metía en el mar para darse un baño sin saber que sería el último.
Había ido a pasar el día a la playa con un amigo y una de sus hijas –deja dos, de 4 y 2 años-, pero el destino quiso que la jornada tuviese un desenlace trágico. Casado con una onubense, había militado en varios equipos de fútbol de la provincia, y no había podido volver a su Guinea natal desde que la abandonó, hace casi una década.

Ahora, su familia quiere repatriar el cadáver para que Buba sea enterrado allí, aunque no disponen de los fondos suficientes. Por eso, han iniciado una campaña a través de las redes sociales, difundiendo un número de cuenta –el 2100 7225 38 0100060134, de La Caixa- en el que todo el que lo desee puede realizar su aportación: necesitan 5.000 euros.
“Sabemos que es una cantidad considerable, pero la verdad es que estamos recibiendo mucho cariño de la gente”, asegura Carlos. Ya en el tanatorio –la familia se encuentra velando el cuerpo en el tanatorio nuevo- “hay muchos que están ayudando con lo que pueden, aunque sean 5 euros, así que a ver si entre todos lo conseguimos”.
El cuerpo sin vida de Buba fue rescatado este sábado a las 19.35 horas por la Unidad de Rescate Acuática de Bomberos del Ayuntamiento de Huelva. La búsqueda se había iniciado poco después de las dos de la tarde, después de que se alertase al Servicio de Emergencias 112 de que un joven se había metido en el agua, en la playa de La Bota, y se le había perdido la pista.
