La Escuela de Arquitectura de Sevilla pidió la reconstrucción de la cubierta de la antigua estación de Huelva, opción desechada por el Ayuntamiento
El incendio de 2022, argumento central del Ayuntamiento para modificar la protección de la estación y rechazar las alegaciones presentadas
Los arquitectos no sólo se oponían a la tramitación por suponer una «pérdida del nivel de protección», sino que pedía elevar su rango a Bien de Interés Cultural (BIC), al igual que el colectivo 'Huelva te Mira'
Aprobada la modificación de la ficha urbanística de la antigua estación de tren, con protección estructural
Guerra política en torno al proyecto de reforma de la antigua estación de tren

El Ayuntamiento de Huelva ha dado un paso decisivo para el futuro de la antigua estación de tren, conocida como Estación de Sevilla, al desestimar la totalidad de las 12 alegaciones presentadas contra la modificación de su ficha en el Catálogo de Edificios del PGOU. Entre las propuestas rechazadas se encontraba la de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSA) de Sevilla, que defendía la reconstrucción de la cubierta original del edificio, una opción que el consistorio ha desechado.
La resolución municipal aprueba de forma definitiva el cambio en el nivel de protección del inmueble, que pasa de P1 (Protección Integral) a P2 (Protección Estructural), una medida administrativa indispensable para que la Diputación Provincial de Huelva pueda ejecutar su ambicioso proyecto de rehabilitación. El objetivo es transformar este emblemático edificio, en desuso desde 2018 y severamente dañado por un incendio en 2022, en un centro sociocultural y parte de la futura sede del ente provincial.
La argumentación del consistorio para rechazar los escritos de oposición, presentados por diversas asociaciones, colectivos y particulares, se basa en un extenso informe técnico y jurídico que justifica la idoneidad del nuevo nivel de protección. La principal razón esgrimida es que la catalogación P2 se ajusta a la realidad actual del edificio, especialmente tras el incendio que sufrió en 2022, y permite la implantación de un nuevo uso público que garantice su conservación a largo plazo.
Los argumentos del Ayuntamiento
El informe municipal sostiene que el cambio no supone una rebaja en la protección, sino una «corrección« de la catalogación inicial. La protección P1 (Integral) obliga a conservar no solo los elementos exteriores, sino también la configuración y valores internos de un inmueble. Sin embargo, los técnicos municipales argumentan que el interior de la estación ya había sufrido numerosas alteraciones de escasa calidad a lo largo de las décadas y, finalmente, el incendio destruyó la cubierta central y la distribución de tabiques, así como otros elementos sin valor patrimonial como la cafetería o las taquillas.
Por tanto, dado que los principales valores arquitectónicos e históricos que perduran –como su arquitectura neomudéjar, el uso del ladrillo, la estructura metálica y la configuración exterior de sus fachadas– se concentran en la envolvente y la estructura, el nivel P2 (Estructural) sería el más adecuado. Este grado de protección, según el Ayuntamiento, permite la flexibilidad necesaria para adaptar el interior a un nuevo uso institucional y público, cumpliendo con las normativas actuales y asegurando la pervivencia del edificio.

La alegación de la Escuela de Arquitectura de Sevilla
Una de las alegaciones más destacadas fue la presentada por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSA) de la Universidad de Sevilla, representada por su director, Ramón Pico Valimaña. En su escrito, la ETSA se oponía a la tramitación por suponer una «pérdida del nivel de protección» y defendía no solo mantener la catalogación P1, sino elevar su rango a Bien de Interés Cultural (BIC).
La Escuela de Arquitectura aportó un detallado análisis compositivo y funcional, calificando el edificio de «más elegante, escultórico y sobrio que otros edificios contemporáneos análogos». Su propuesta era respetar la imagen del monumento, reconstruir su cubierta original y realizar cualquier ampliación necesaria para el nuevo uso a partir de la fachada posterior, sin alterar la configuración original del monumento.
En su respuesta, el Ayuntamiento de Huelva aclara que comparte y recoge en la propia modificación del catálogo los valores históricos y urbanísticos expuestos por la ETSA. Sin embargo, replica que la declaración de BIC no es una competencia municipal, sino de la Junta de Andalucía, y que la nueva ficha no impide, sino que fomenta, esa posible declaración. El consistorio defiende que la propuesta es «adecuada con la protección de los valores que aún se conservan en el edificio» y que las modificaciones «facilitarán la rehabilitación del edificio y su adaptación a nuevos usos, lo que contribuirá a su conservación».

Comité de Patrimonio Industrial (TICCIH)
El Comité Internacional para la Conservación y Defensa del Patrimonio Industrial (TICCIH España) también se opuso frontalmente a la modificación a través de un escrito presentado por su representante, Julián Sobrino Simal. Solicitaban mantener el grado de Protección Integral con base en tres argumentos principales.
Vulneración del principio de legalidad: acusaban al Ayuntamiento de incurrir en una «reserva de dispensa», figura legal prohibida que consiste en eximir a un edificio de las condiciones normativas de su categoría. Apuntaban a un párrafo que abría la puerta a posibles cambios de altura.
Deficiencias en la documentación: consideraban que el expediente administrativo incumplía la ley al no incluir un Resumen Ejecutivo comprensible ni planos claros del ámbito afectado.
Pérdida de protección: subrayaban los valores históricos y culturales del edificio, recordando que tanto el Ayuntamiento como la Diputación habían solicitado su declaración como BIC, y afirmaban que la rebaja de protección constituiría «un grave retroceso en las políticas de conservación del patrimonio industrial en Andalucía y en España».
El Ayuntamiento, sobre la «reserva de dispensa», el informe técnico aclara que el texto fue malinterpretado y que, en cualquier caso, para evitar dudas, en la aprobación definitiva se ha eliminado la posibilidad de cambiar la altura del edificio. Respecto a la documentación, se defiende que el Resumen Ejecutivo sí definía claramente el objetivo. Finalmente, el consistorio niega que se esté produciendo una «desprotección», insistiendo en que la nueva ficha persigue «la conservación, rehabilitación y puesta en valor del edificio de acuerdo a los valores arquitectónicos objetivos y existentes», que se concentran en su exterior y estructura, y no en una distribución interior ya desaparecida.
'Huelva te Mira'
Entre las voces críticas se encontraba también la asociación 'Huelva te Mira', que, si bien valoraba positivamente la iniciativa de recuperación de los edificios históricos, se oponía a la rebaja del nivel de protección de P1 a P2. En su alegación, argumentaban que el incendio sufrido en 2022 no justificaba la modificación, ya que la cubierta podría ser «perfectamente restituida de forma idéntica a la original«, tal y como determina el catálogo para los edificios con protección integral. Consideraban que el proyecto de rehabilitación suponía el »vaciado de todo el edificio original«, lo que no se ajustaba ni a las determinaciones del nivel P1 ni a las del P2, puesto que se proponía un incremento de altura. Frente a esto, el Ayuntamiento de Huelva respondió reiterando que la protección P2 es la más adecuada al estado actual del inmueble, al haberse perdido la configuración interna. Defendió que el cambio no es una «rebaja», sino una «corrección» necesaria para adaptar el edificio a un nuevo uso público, garantizando así su conservación futura. Además, en la aprobación definitiva se eliminó la posibilidad de modificar la altura, uno de los puntos más controvertidos, para asegurar el cumplimiento estricto de la normativa.
Con la desestimación de estas y el resto de las alegaciones, el proyecto de la Diputación de Huelva para dar una nueva vida a la emblemática estación, cerrada desde 2018 y parcialmente destruida en el incendio de 2022, recibe el impulso definitivo para avanzar hacia su licitación.