Navidad, cálida Navidad

Temperaturas por encima de los diez de mínima y alcanzando o incluso superando los veinte este domingo, jornada en la que el mercurio no bajará de los doce o catorce grados. Y ustedes me preguntarán que cómo es que por la tarde hay entonces tanta frialdad (1), pues muy fácil, porque a lo largo del día la humedad va aumentando y a eso de las seis de la tarde, cuando el sol ya se pone, en Huelva podemos tener una humedad entre el 95% y el 100%, como lo leen.

El anticiclón nos protege de las borrascas que continúan su curso, entrando por el oeste, por el mar, y atravesando tranquilamente casi toda Europa (2). No se trata de un anticiclón subtropical este que tenemos por aquí, sino dinámico, y hay una diferencia entre uno y otro. Este, con sus isobaras tan separadas (3), determina un tiempo seco y cálido, de ahí las temperaturas que vamos a disfrutar este fin de semana y, de seguir todo igual, en las próximas semanas ocurrirá otro tanto. Las masas de aire que se encuentran en altura, empujadas por aires más fríos, descienden hacia las zonas anticiclónicas, y a medida que descienden se van calentando y perdiendo humedad, ambas cosas a la vez, de ahí que tengamos este tiempo que estamos disfrutando. 

Esta Navidad temperaturas anormalmente altas para la época del año en la que estamos, e incluso dominará el sol. Algunas nubes bajas oscurecerán unos días radiantes, pero por poco tiempo. Lo normal es que luzca el sol, sobre todo en la jornada dominical, el día en que la comunidad cristiana celebra el día de la Natividad del Señor (4). De modo que mis más sinceras felicitaciones a quienes celebran en paz y amor estas entrañables fiestas. Los demás a celebrar el solsticio de invierno, que ya van siendo los días más largos, la insolación mayor y, en teoría, pero solo en teoría porque el tiempo está como está, los que vengan deberían ser más cálidos aún. Pero, cualquiera sabe. En Huelva siempre se dijo que el frío acababa por San Sebastián. Pues quedan entonces menos de treinta días para las fiestas del patrón de la ciudad, y del frío no se tienen noticias. Ahora, eso sí, frialdad, toda la del mundo. Un abrazo a todos y felicidades. Abur.