Oscuridad electoral
Si viajase desde tan alto que pudiese ver la tierra, sería como contemplarla cubierta por la más absoluta oscuridad. El ser humano vive en el estancamiento, más primitivo cada vez en la comprensión y solución de los problemas de todos, aunque más tecnificados. Si me fijo en España (prefiero dejar Andalucía para otra ocasión), experimento entre vergüenza y náuseas por el sistema pseudoemocrático de los partidos políticos y por lo que posiblemente se avecina.
Las formaciones son supuestos proyectos llevados por la bota militar de su líder, quien beneficia a quienes les son leales pero no admite ni el pensamiento diverso ni la participación plural. En esto todos son iguales: PSOE, PP, C´s, los independentistas, VOX y Podemos, convertido en un refrito ideológico, entre comunista, plurinacionalista, independentista y empresa para medrar algunos que, de hecho, ya lo han conseguido. Si el actual parlamento es una bufonada, no quiero imaginar el siguiente.
Sánchez ha hecho causa de honor de su vida el ejercicio de la presidencia del gobierno con un programa económico tipo Zapatero; o sea, ese que lleva a la ruina con la excusa del gasto social. Una vez en la pobreza, sálvese quien pueda porque, como es bien sabido, aquí no es juzgado nadie por arruinar al Estado. Además, el PSOE ha demostrado que sus primarias son algo con lo que reírse mucho del personal, que sale el que el líder quiere y que como asociados, gusta de los independentistas con sus problemas de peligrosos acomplejados.
Podemos, con la fracasada IU, ofrece la espuma de la nada, el radicalismo y la risotada sobre todos aquellos que creyeron en una causa de la que Iglesias se apropió para propio beneficio. Los independentistas sienten simpatías por unos y por los otros porque saben que serían capaces de vender la coherencia territorial por la flatulencia del poder. Un Frente Popular (II República), en toda regla que destruiría las escasas bases democráticas y humanistas del régimen actual.
En la derecha nos encontramos con el PP tras el traspié de no facilitar que Sáenz de Santamaría ocupase la presidencia del partido y con toda probabilidad, la del gobierno. Casado ni tiene su experiencia, ni su saber ni capacidad de llamada al entendimiento y, mucho menos, su poder de convicción. El actual presidente popular, al quitar de en medio a sus partidarios, a quienes podría haber convertido en buenos consejeros, ha dilapidado un capital que ha tardado en madurar pero que lo ha tenido que hacer en las peores circunstancias. Ha elegido lo que le es más afín, pero desde luego no lo mejor.
Los de Ciudadanos van con sus sospechosas primarias, encuestas en contra en la medida que el electorado les va conociendo y abandonando. Rivera promete no gobernar con PSOE, lo mismo que dijo sobre Rajoy, y va tirando de candidatos vaya Vd. a saber de dónde y con la pretensión de entrar en debates cara a cara con Sánchez como si fuera jefe de la oposición. Y el gran fallo de VOX, incluir a cabezas de lista que muestran su admiración por Franco y ponderan el golpe de estado que nos llevó a la Guerra Civil, alguno que niega el Holocausto y que considera los juicios de Núremberg una payasada. Para más dolor, el líder radical, Sr. Abascal, quiere facilitar la política armamentística en el Estado, algo así como en EEUU aunque, parece, con algo de moderación. A partir de ahí, más comentarios son innecesarios y desearía ver una corrección por parte de la organización ultra. En fin, si quieren ustedes votar, voten pero ya ven que no hay honestidad partidaria alguna sobre la que elegir.
@olbianis
