El toque personal de Juanma
Por más que Cervera se haya marchado en busca de una mejoría profesional, cuando un entrenador deja a un equipo a pocas jornadas del final, podría esperarse que dicho equipo se resintiese de tal acontecimiento. En el Recreativo no se ha dado eso, es más, la salida de Cervera ha supuesto un desafío, tanto a nivel individual como colectivo. Y el pasado sábado ya pudimos ver un atisbo del toque personal de Juanma Rodríguez.
Por más que Cervera se haya marchado en busca de una mejoría profesional, cuando un entrenador deja a un equipo a pocas jornadas del final, podría esperarse que dicho equipo se resintiese de tal acontecimiento. En el Recreativo no se ha dado eso, es más, la salida de Cervera ha supuesto un desafío, tanto a nivel individual como colectivo. Y el pasado sábado ya pudimos ver un atisbo del toque personal de Juanma Rodríguez.
A veces no ganar no significa que hayas jugado mal. El cómo también importa y el Recre, a diferencia del partido ante el Barça B, intentó, por muchos momentos, cuestionarle la pelota al Sabadell, cosa que no hizo ante el filial azulgrana. La evidente diferencia de calidad técnica entre los culés y el Sabadell podría entenderse como el principal motivo para no querer ser protagonista del juego, pero asumir descarademente el rol de equipo que espera y no que propone, poco o nada beneficia al colectivo.
El trabajo defensivo del Recreativo durante toda la temporada está siendo de matrícula de honor, pero ante el Sabadell también pudimos observar que en la faceta ofensiva las alternativas no sólo pasan por las internadas de Javi Álamo. La profundidad de los laterales, la presencia por dentro de Matamala separado de Arcas y éste dirigiendo como único hombre por delante de los centrales o la figura de un omnipresente Berrocal, que fija a los centrales y genera espacios para los de atrás, fueron algunas de las pautas que tuvieron un denominador común: la mayoría de esas opciones llegaron a través de la pelota y no como consecuencia de un pase largo, previsible y 'gastado de tanto usarlo'.
El Recreativo puede y debe, a pesar de sus limitaciones, intentar jugar la pelota y no conformarse con el discurso de no hay más o dependemos de un jugador. El equipo al completo debe ser partícipe del juego, donde todos se sientan importantes y donde el balón no 'queme' cuando se deba sacar desde atrás. A veces, las cosas más sencillas parecen difíciles, pero también a veces si no se intenta, esperar puede resultar muy complicado.