Pacto tácito
Nadie quiere hablar de lo imposible, todo el mundo habla de lo improbable. La autovía Huelva-Cádiz no es más que un desdoble de las calzadas ya existentes con nudo en Sevilla. Sin embargo, el PP la utiliza como arma electoral y el PSOE también, a la inversa. Montado en bicicleta, un líder socialista hablaba de las lindezas de esta calzada efímera argumentando que cercenará Doñana, “cuatro carriles por todo Doñana”, por todo el medio.
Ni tanto ni tan calvo. Pero quedó muy bien en la foto con un club ciclista contratado detrás, como si todas las bases hubieran estado allí en bici arropándolo, llenándose la boca de sostenibilidad y ambientalismos varios, sin saber lo que estaba diciendo. Por pudor no digo dónde ni cuándo ni quién... pero había un consejero.
El PP pretende construir dos calzadas paralelas en un tercio de su trazado a las ya existentes, y eso supone un gasto no necesario. Sólo hace falta algo de geometría y cerrar un triángulo: ya tenemos itinerario alternativo para evitar Sevilla, más barato, y no hace falta llamarlo autovía Huelva-Cádiz, porque ese nombre le pone a muchos los pelos de punta, y a otros les da un argumento de masas ávidas de cualquier cosa que se lo tragan todo por rechazo a una posible marea azul. Cojan ustedes el mapa y una regla, y cierren la geométrica figura. Eso sí, el río Guadiamar y el río Guadalquivir están ahí, cómo no, eso no se lo salta nadie, y son mayúsculos inconvenientes.
¿Por qué este tácito acuerdo de tocar unos temas, manidos, y no hablar de otros, candentes? Los fosfoyesos y resto de materiales siguen en sus balsas, esperando procesos participativos, y esperando actas de reuniones de expertos, que se pidieron y nunca se supo de ellas. Lo mismo los expertos no están muy de acuerdo con las versiones oficiales. Se intentó que el consejero no pusiera ideas en cabezas ajenas o palabras en esas ilustradas bocas, y se consiguió, se corrió el (es)tupido velo.
“En el camino todo es efímero, tu única realidad es lo que tienes delante; la gente te acompaña un instante, luego pasan o los dejas atrás, quizás no vuelvas a verlos nunca más” (pensamientos de cualquier peregrino).
