Onofre López in memoriam
Se nos ha ido hasta el cielo otro de los grandes flamencos de nuestra tierra, Onofre López, que ha presumido orgullosamente de su querida Huelva llevándola siempre en sus adentros. Ha paseado su nombre por toda nuestra geografía con sus charlas y recitales, con sus cantes, con pregones y exaltaciones, con programas en radio y televisión, con participaciones en festivales flamencos...
Dio categoría y esplendor a todos ellos, pues su nombre y presencia era una garantía para que el espectáculo fuera un éxito. Tal era la sapiencia y personalidad que daba a todo lo que hacía, especialmente en la presentación de espectáculos relacionados con el flamenco, que tanto él admiraba, lo sentía y le gustaba.
Onofre López ha recorrido un largo camino colaborando con muchísimas hermandades rocieras, pronunciando pregones en un buen número de ciudades tanto de la península como de las Islas Canarias, y ha piropeado a Huelva poniendo su música y su voz a diversos temas a ella dedicados. Esto son algunos ejemplos: ’Blanca y azul, la bandera de Huelva’, ’A Huelva dale lo suyo y al César lo que es del César’, ’Nada vale nada sin ti, señora’, ’Me voy pa la Rocina, mare, por las arenas’, ’Otra vez Pastora por medio del llano’, ’Mi Huelva lejana y rosa como dijo Juan Ramón’, ’Quiero contarte la historia del viejo pino’, ’Porque me gusta cantar, quisiera ser ruiseñor’, ’El tamboril de la Hermandad de mi Huelva no nos deja dormir’,... O aquel otro estribillo que decía:
Viejos sentados en las mesas
tomando el fresco en la calle
bebiéndose los rebujos
de Paco Asunto y el Valle
Los fandangos dedicados a la vieja y antigua plaza de la Soledad:
¡Ay, barrio de San Sebastián!,
¡ay, barrio de San Sebastián!,
con el tiempo te cambiaron
no perdonaron tu edad
y tu corazón mataron
perdiendo la Soledad.
Con la pintura quita
con la pintura quita
tres bancos sin barandillas
y una chiquita sentá
mirando a ’Las Angarillas’
’en medio su Soledad’.
Y el estribillo decía:
Plaza de la Soledad
que sola te queda
aunque a ti te quieran dar
una vida nueva
Fueron tiempos de un ayer
que en mi mente queda
un recuerdo de niñez
con cuatro palmeras,
con cuatro palmeras.
Otra letra de fandango decía:
A quién le voy a contar
lo que pasa por mi mente.
A quién le voy a contar.
Se lo contaré a la muerte
cuando me venga a buscar.
Sólo vivo pa quererte.
Que yo no quiero más cruz
porque yo más cruz no quiero.
No me entierre con la cruz,
que la que cuelga en mi cuello
es la que me diste tú
y a la tierra me la llevo.
El estribillo dice:
Los cabezos granas
que mi Huelva tiene
son como peanas
que a mí me sostienen.
Por eso le canto
desde su Conquero
y mi grito es llanto
de fiel pregonero.
Onofre López ha sido una persona carismática, popular y entrañable, a la vez que un gran admirador y defensor de la vieja Onuba, de la que ha sido su embajador en muchas ocasiones.
Contigo, querido amigo, se va una parte muy importante de la vida de esta querida Huelva tuya, por tu incansable labor de divulgación de la cosas hermosas que presumimos tener. Por eso el pasado mes de enero nuestro Excelentísimo Ayuntamiento te concedió la Medalla de la Ciudad, que bien merecida la tenías por tu entrega y cariño al lugar que te vio nacer.
Has sido de las personas de Huelva más entendidas, reconocidas y admiradas a nivel nacional en el mundo del flamenco por tu trabajo, entrega y aportación al mismo durante toda tu vida y has dejado a los amantes de este arte, con tu marcha, huérfanos de tu importante figura, quedándonos sin apenas flamencos de aquella vieja y flamenca Huelva.
Adiós, querido amigo, descansa en paz. Que la Patrona de Huelva, la Virgen de la Cinta, junto con la Virgen del Rocío, a la que siempre has rezado cantándole por sevillanas y fandangos de Huelva, te acojan en su gloria.
A tu esposa Manoli, a tus hijos Onofre, Cinta, Sergio y David; y a tus hermanos Gabriel y Maruja, mi más sentido pésame. Que Dios os dé la fuerza necesaria para sobrellevar tan sentida y dolorosa pérdida de vuestro querido esposo, padre y hermano.