crítica musical
'Temple de Junco', de Sebastián Cruz
¡Qué bien canta nuestro paisano Sebastián Cruz y qué buen CD ha presentado al mercado discográfico! Debe sentirse orgulloso de él, tanto por su calidad como por ser el ser su primer álbum. Por eso estamos seguros de que tendrá una gran acogida entre los llamados y considerados flamencos.

Cuando en sus comienzos en el Cuadro de Cante Joven de la Peña Flamenca de Huelva lo escuchaba cantar, tenía la completa seguridad de que llegaría muy lejos en este difícil mundo del flamenco. Su humildad, su respeto, su gran afición y ese saber estar a pesar de ser sólo un chiquillo eran condiciones y facultades que le acompañaban. Y de manera especial, las ganas de alcanzar un lugar privilegiado entre los llamados grandes.
De continuar como lo estas haciendo, lograrás alcanzar en un corto espacio de tiempo la meta que te has marcado. Lo conseguirás trabajando, aprendiendo, escuchando, con talento y paciencia; sin oír los cantos de sirena y a los aduladores que se te acercaran, ya que, querido amigo, has demostrado sobradamente que tienes madera, capacidad, inteligencia y sabiduría.
El disco presenta una serie de cantes que Sebastián Cruz interpreta perfectamente y donde demuestra sus conocimientos de flamenco, sus cualidades su y profesionalidad.
El primer cante por romera lo interpreta natural, con soltura y sabor, bien acompañado a las palmas y la percusión y por la maravillosa guitarra de Jose A. Rodríguez.
Malagueña: canta como él lo hace todo, con entrega y corazón, agregando además gusto y paladar. En los fandangos de Pérez de Guzmán le pone el aire y compás de Abandolaos, ajustándose muy bien a este estilo brillante y difícil, y exhibiendo las portentosas facultades que atesora nuestro paisano.
Tangos: difícil interpretación, a la vez que hermosa y flamenca, con un acompañamiento de percusión, palmas y coros que lo hacen agradables y brillantes.
Soleá: cante flamenco por excelencia que Sebastián ejecuta con mucho gusto, poniendole seriedad, entrega, y con letra dedicada a su padre, al que tanto recuerda y hecha de menos.
Fandangos de Alosno: Domina y canta muy bien, llevándolos a compás con gusto y pureza, estilos incontaminados y auténticos y auténticos de famosos cantaores alosneros. Los interpreta con fuerza, garra y coraje, manifestando toda la grandeza de nuestros fandangos con el inconfundible aire y compás de la guitarra del gran alosnero Ramón Jesús Díaz.
Alegrías: Acompasadas y alegres, como su nombre; valientes, con sabor y compás naturales, a la vez que brillantes.
Seguiriyas: Muy bien dichas, con enjundia, sentimiento, hondura, paladar, templanza y empuje, rematadas con el cambio valiente, lleno de matices flamencos que llegan a los aficionados más exigentes.
Tarantos y fandangos de Franquito Yerbabuena: el primero lo hace poniendo el alma; el segundo, podríamos decir que con un estilo más de fandango.
Canción por bulerías: titulada ’Temple de junco‘, que da nombre al CD y que dedica al torero Morante de la Puebla, con el piano de Chano Domínguez y las palmas de Cepillo y Sonia García.
Finalizando por romance, con aires y sabor a Utrera y Lebrija.
Acompañan a Sebastián, con sus guitarras, otros excelentes artistas que se unen a los citados anterioremente. Entre ellos:
Tino Van: por taranto y fandangos de Frasquito Yerbabuena.
Juan José Amador: por tangos.
Rafael Rodríguez: seguiriyas.
Raúl Cantizano: Romances.
Y hemos dejado para el final nuestro paisano Manuel de la Luz, que ejecuta maravillosamente los toques por malagueñas, fandangos de Pérez de Guzmán, soleares y alegrías, poniendo de manifiesto todo el arte que lleva entre sus manos cuando interpreta, cuando hace sonar los compases flamencos que desprende su guitarra.
A todos mi felicitación por el excelente trabajo presentado.