¿Quién pierde cuando todos perdemos?
El Gobierno español recorta en la sociedad del bienestar, entendiendo sociedad de bienestar como educación y sanidad universal y gratuita, unos servicios sociales garantistas y donaciones a otros países que, tal vez, lo necesitan más que nosotros.
Pero la realidad es que el 50 por ciento de los empleados no tienen contratos ni protección social y cobran menos de 2 dólares diarios. Por lo que tal vez no estemos tan mal, ¿no?Otros ciudadanos de este planeta son capaces de vivir en condiciones realmente complejas, entonces, ¿cuál es problema? ¿por qué los ciudadanos europeos y españoles estamos hartos? Hartos y parece que en pie de guerra. Al menos una parte de la sociedad española.El problema radica en que caminamos hacia una sociedad cada vez más injusta, más competitiva, más insalubre y con menos opciones. Estamos sacrificando el futuro de las próximas generaciones. Estamos agotando los recursos, estamos ante la primera generación que vivirá peor que sus hijos, con un planeta contaminado, con situaciones de pobreza extrema que mata un niño cada cinco segundos.... pero a la vez, contradictoriamente, estamos ante la primera generación capaz de acabar con el hambre, somos más conscientes que nunca que el modelo es la cooperación y tenemos el conocimiento, las herramientas y ¿la voluntad?Tal vez sea el momento de coger toda la voluntad posible y poner en marcha programas sociales, de empleo, de empleo juvenil, de educación de calidad, pública, universal y gratuita, programas de sanidad que prevengan mejor que si curan, programas que presionen a las empresas contaminantes para que dejen de hacerlo y que mientras estén contaminando paguen por esto. Es necesario una apuesta socioambiental seria, que ponga a las personas en el centro de las decisiones, a todas las personas. Repito: somos la generación que puede acabar con el hambre en el mundo. Hagámoslo, no dejemos que que sigan perdiendo los de siempre.