El mensaje
El pasado 21 de diciembre el Barça ganaba en Zorrilla por 1-3 en el primer partido sin Tito Vilanova, tras recaer éste en el cáncer que padeció hace un año en la glándula parótida. Acontecimiento que, lejos de mermar a su equipo, impulsó a éste a seguir siendo competitivo sin el mandato de su líder. De aquel partido trascendió un mensaje, el estado de WhatsApp de Tito: 'Seny, pit i collons'. Sergi podría hacerlo suyo para el Decano.
El fútbol no puede ser un deporte ajeno a los estados de ánimo. Partiendo de once individualidades, la colectividad lo marca todo y las decisiones que ésta tome irán siempre en función de lo que cada uno de sus componentes decida en cada momento. El Recreativo de Huelva, cuyos jugadores viven inmersos en la aceptación de un cambio de estilo, o de tendencia futbolística, ha terminado la primera vuelta del campeonato liguero con sensaciones contrapuestas. Valiente en la propuesta, pero poco confiado en el resultado que ésta pueda dar sobre el campo.
Da la sensación, echando la vista atrás en los primeros 21 partidos, que el equipo entrenado por Sergi Barjuan quiere y desea jugar en la forma predeterminada por su técnico, pero se diluye en la puesta en escena. Que el fútbol también goza de un componente de azar importante, es indudable, y que los detalles definen partidos es evidente, pero tropezar una, dos, tres y hasta cuatro veces con la misma piedra, sin remediarlo en variables que dependan únicamente de ti, hace pensar que el mensaje no se está transmitiendo del todo bien.
Con ello, ni juzgo la eficacia como transmisor de Sergi ni la eficiencia como receptores de los jugadores albiazules, pero viendo partidos a domicilio como los de Santander, Guadalajara, Girona, Alicante o el más reciente en Huesca, uno tiende a pensar que el bajo rendimiento de algunos jugadores, como expresó Sergi tras el 3-1 en El Alcoraz, no puede ser la única razón de que el equipo se muestre tan poco sólido fuera de casa (también en el Nuevo Colombino, donde no vence desde el pasado 20 de octubre ante el Villarreal).
El Seny, pit i collons (Sentido común, pecho y cojones) le sirvió, y le sirve, a Tito Vilanova para mantener el hambre competitiva de un Barça que ya lo ganó todo en su momento. Y no, no pretendo comparar Barça y Recreativo, pero sí la capacidad para transmitir una idea, responsabilidad del entrenador, y la receptividad para asimilarla y llevarla a cabo, trabajo del futbolista. El sentido común haría reflexionar sobre las herramientas de las que dispones para lograr ganar con esa idea, el 'pecho' equivaldría a la valentía para llevarla a cabo y los cojones, perdón por la reiteración, ejemplificarían el ser un equipo compacto y solidario del 1 al 90. Sergi quiere transmitir ese mensaje, estoy convencido, pero quizás se perdió en la traducción.