Apatrullando la Universidad
Policía Local, Policía Nacional y empresa de seguridad se adueñan del campus universitario de El Carmen en horas lectivas. ¿Es el único motivo de su servicio vigilar el correcto uso de las instalaciones? ¿Realmente se concentra en el campus el mayor número de delincuentes de la ciudad?
Si uno se apresura a pasear por el campus universitario en unamañana o una tarde de cualquier día de la semana, no tendrá dificultad en poderdivisar alguna patrulla policial campando por las calles del campus, realizandoregistros a pie de biblioteca o incluso registrando coches de estudiantes queesperan repasando la hora de su examen.
Defecto y exceso son el mismo problema por ambos extremos. Jóvenes y serviciales patrullas se envalentonan en las callesdel campus para luego, algún día en su futuro profesional, poder dar un pasoadelante y adentrarse en otro tipo de conflictos. Señores/as agentes de laautoridad: saben que aquí no existe ningún arma que no sea la de la palabra,los libros o el estudio.
Quizás, requisar medio gramo de cannabis en la puerta de unabiblioteca es un acto valiente (no querría yo restar importancia a la tenenciailícita de estupefacientes), pero lo importante del asunto es que saben y tienenbastante claro donde hay más de medio gramo, y de medio kilo, pero por ordende preferencia según el nivel de resistencia de la persona requisada, conocenque aquí van sobrados.
Quizás poner una multa al coche del universitario que se habajado dos minutos para mirar la nota de su último examen es un hecho que osalegra la mañana o la tarde, pero la realidad es que curiosamente tambiénconocéis, al igual que yo, una veintena de sitios donde existen más irregularidadesque aquí.
Con esto no quiero dar a entender que la Universidad porllevar ese sobrenombre se convierta en una ciudad sin ley, sino que existenhechos delictivos en esta ciudad que superan con creces la barrera que lasautoridades tienen fijadas para el campus universitario.
Todos sabemos que la Universidad de Huelva es una de lasempresas más importantes de esta ciudad, motivo por el cual la vigilancia debeser estricta. Estricta, pero no desmesurada.
Sé que hablar de estos temas es un poco escabroso y muchoscompañeros miran estas escenas atónitos sin saber qué hacer o decir. Como estoes una columna de opinión y no tengo ningún problema en que se conozca, lafirmo con mi nombre y mis apellidos.