El peliculero y sus películas
Supe que Querejeta había jugado a la pelota en la Real Sociedad de San Sebastián por José Luis Ruiz. El cineasta fue amigo del Festival de Huelva en aquellos años tan recordados. Y José Luis era su amigo, uno de los muchos amigos de este tipo con pinta de enclenque del que el director entonces del festival iberoamericano solía contar que le metió un golazo al Real Madrid que lo felicitó hasta el mismísimo Alfredo Di Stefano.
Elías Querejeta era un niño bien que, como todos los niños bien de aquella época, se dedicó a la producción cinematográfica y, de paso, a hacerle la vida imposible al último franquismo. Primero fue con la soberbia y expresionista 'La Caza', que dirigiera el enorme director Carlos Saura, una muy dura cinta que narra el encuentro de cuatro amigos que hicieron la guerra juntos, en las filas de Franco, con los vencedores, y tienen luego desigual suerte. Después, o antes, que ya no recuerdo bien, pero creo que unos diez años después, ya en la Transición o casi, fue una película que nos dejó a todos embobados, absortos al oír y ver contar cómo eran los hijos de ese franquismo que entonces todo lo envolvía con un celofán áspero, de un feo color meloso, ambarino oscuro. Los hijos que acabaron con aquello, se entiende. Esa película, producida por Elías Querejeta y dirigida por Jaime Chávarri, que la recuerdo bien porque me sirvió para conocer a Leopoldo María Panero, hijo del Leopoldo Panero que estudiábamos en el colegio, el poeta franquista que fue un poeta menor, mucho menor que su hijo, a quien considero uno de los más grandes poetas, vivos pero de milagro, de España. Aquella película fue 'El Desencanto'.
Ahora, muchos años después de haber conocido a Elías Querejeta, nervioso, pequeño de estatura y enorme de personalidad a pesar de su charloteo bajo y entreverado, abro estos internetes nuestros de cada día y me encuentro con la noticia de que este ejemplo de certera producción cinematográfica ha muerto a los setenta y ocho años, que será enterrado en el cementerio de Tres Cantos y que ya no producirá más cine inteligente y de buena factura. El cine, lo va a lamentar.
Revuelan por mi memoria 'La prima Angélica', 'El espíritu de la colmena', 'Cría cuervos', 'Peppermint frappé', 'El Sur' del gran Erice, 'Tasio', 'Mamá cumple cien años' que llevó a los altares a una prima donna que él sabía que era más que una actriz secundaria. O esas 'Siete mesas de billar francés', que dirigiera no hace demasiado tiempo su hija Gracia Querejeta. Porque Elías Querejeta, siendo como era un productor muy particular, no dirigía la película, lo dirigía todo, desde la confección del guión hasta el último momento de unos montajes que tenían que quedar impecables antes de llegar a las salas de proyección.
Ha muerto un hombre de cine, un peliculero grande que le metía golazos al Real Madrid. El cine, pero todos quienes amamos el cine también, nos hemos quedado un poco más solos.