Para ganar también hay que sufrir
12.10 h. No fue el partido soñado, ni siquiera el deseado. Se sufrió y mucho ante un Tenerife respondón y que supo apretarnos las clavijas. Álvaro Cervera tenía estudiado el partido, pero aun así no pudo hacer nada por los imponderables que tiene de por si un partido.
La calidad técnica no puede preverse y cuando surge, como es en el caso del Decano, sirve para desnivelar un partido que se estaba complicando mucho y que no se había puesto imposible por la poca resolución de los atacantes del rival.
A destacar el gran partido realizado por Cabrero, con tres paradas prodigiosas. En la primera ocasión, un remate de cabeza de Aridane, supo estar en el sitio y en las otras dos acciones, en la segunda mitad, tras errar al quedarse a media salida, atacó el balón y despejó con el pie dos remates a bocajarro.
Menos acertada estuvo la defensa. Cometieron despistes que pudieron costarle caro al equipo y en ataque solo aparecieron en acciones aisladas Cifuentes y Ruyman. Por su parte, Fernando Vega tuvo que salir antes de tiempo por una posible lesión muscular. La participación de Menosse fue en la misma línea de sus compañeros. No fue el mejor día de la zaga albiazul, tras realizar buenos partidos en las anteriores jornadas.
La medular estuvo desconocida. Faltó pausa y paciencia en la transición de la pelota, aunque también es cierto que tuvieron a un rival presionante. Dimas, Montoro y Álvaro Antón estuvieron espesos, aunque hay que destacar a Ángel, por su recorrido y por su capacidad de disparo, que sirvió para poner al equipo por delante en el marcador. Jesús Vázquez tampoco pudo ayudar demasiado en la segunda mitad, a pesar de que el rival estaba con un jugador menos.
Del ataque, nada que decir que no se sepa. Arana demostró porqué está en un buen estado de forma y todo lo que le llega lo aprovecha a las mil maravilla, con un golazo que valió 3 puntos. Linares, en su línea, jugador versátil y que intenta ayudar al equipo en otras labores. Tuvo una buena ocasión, con disparo que despejó el portero rival y reclamó dos jugadas en el área como posibles penaltis. En cuanto a Gallegos, el chileno hizo un aceptable trabajo, intentando entrar por banda, pero le falta esa chispa para poder desbordar. Quizás le quede por aclimatarse al tipo de fútbol que se practica en España. En cuanto a Ezequiel, que también jugó unos minutos, tuvo el ritmo que no tuvo su compañero. Pero tampoco encontró el término medio y quizás estuvo demasiado acelerado.
Pero a pesar de todos estos aspectos a corregir, el equipo tuvo hechuras de líder. Sobrio, con empaque y con argumentos para seguir pensando que estará en la pelea, al menos de momento. Ya son 5 victorias seguidas y el equipo de Sergi amenaza con batir registros. Solo hay que acostumbrarse a ganar, con más o menos brillo, y hacerlo con naturalidad, sin sufrimientos.
Y por último, no olvidar el grandísimo ambiente en la grada. Más de 8.000 personas en el estadio, con una ‘Grada 20 de Diciembre’ que es una maravilla cuando anima de forma incondicional a su equipo. Si todavía no has venido a un partido del Decano, ¿a qué estás esperando?
