Puestos a elegir

Cuando intentamos abrir un poco los ojos, algo más de lo acostumbrado debido a esa ceguera que nos provoca una irradiación tan constante que nos hemos habituado a ella, somos capaces de observar una gama, un abanico tan amplio que las posibilidades se disparan en tonalidades disonantes, también consecuentes; tanto que muchos vuelven a cerrar los ojos con fuerza a fin de no verse atrapados en una realidad que marea, en una caja de Pandora imposible de controlar tras desprecintarla.Irónicamente podemos agradecer que los poderes, que la ruleta global y ficticia en la que nos vemos atrapados día a día haya creado y simplificado por y para nosotros esa extensa pluralidad. Podríamos asegurar que su objetivo y fin únicos es abreviarnos, facilitarnos la existencia, limpiar caminos espesos para no perder nuestro estimado tiempo en envolturas y lograr ir al núcleo lo más fácil y rápidamente posible. Es decir, crear fanáticos.La opinión crítica ha visto dilapidado su puesto en post del posicionamiento forzoso, y cualquiera que se aleje de los principios preclaros a los que parece que debemos estar sometidos es susceptible de menosprecios a ambos lados. Lo peor de todo es el crecimiento de las tendencias antagónicas, las cuales no son defectuosas per se, sino por la irracionalidad que poco a poco obtienen tales posicionamientos. Y sobre todo el olvido. Olvido a otras corrientes, opciones, soluciones.El ilustre escritor y pensador Victor Hugo ya lo mencionó en sus obras: “El futuro tiene muchos nombres”. Seamos listos, no bauticemos al niño solo con dos.