Caída libre
Bache prolongado. El Recreativo de Huelva ha entrado en barrena y en su último partido del año volvió a perder. De los últimos ocho partidos, ha caído en cinco, ha empatado dos y sólo ha ganado uno. Dinámica muy negativa, todo lo contrario a lo que ocurrió cuando comenzó la Liga, con seis victorias consecutivas. De liderar la tabla y ganarlo casi todo, a no salirle nada y caer por primera vez fuera de los puestos de ascenso.
No hay que dramatizar. Nadie espera que el equipo estuviera ahí arriba y hubiera ganado ya 9 partidos, sumando 32 puntos. Pero el fútbol está inventado así y la gente se acostumbra a tener el rol de ganadores. Por eso se crea la incertidumbre, la crítica y la presión. El Decano tampoco es ajeno a ello.
Es por ello que sorprende para mal la gestión que está realizando Sergi de las críticas. Una persona con su curriculum como futbolista se pone demasiado nervioso cuando el entorno albiazul, por muy pequeño que sea, le exige explicaciones. Ni las dio cuando el equipo tiró la Copa de forma lamentable, ni las da cuando perdió las formas con parte de la grada que le recriminaba. Se fija demasiado en la labor de los medios, de si son críticos o no, cuando debería afanarse en solucionar los problemas del equipo.
Aún está a tiempo de parar la sangría, que coloca al equipo como el segundo más goleado de la categoría junto con el Mallorca. Es momento de ver y analizar donde se está fallando, y de si llegado el momento habrá que pedirle regalos al Rey Mago recreativista, Víctor Hugo Mesa.
