La tierra es redonda

86 personas perdieron la vida en los atentados de Noruega. En este país donde el nivel de delincuencia resulta envidiable y la renta per cápita, aún más envidiable, la sitúa en los primeros puestos mundiales; sin embargo, ha sufrido brutal y sorprendentemente la acción de un loco, fanático religioso, de cuyo nombre no quiero acordarme.

Huelva24

Huelva

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El asunto nos ha conmocionado,por lo absurdo, por lo desmedido, por lo brutal y por lo premeditado. Sinembargo, no es muy distinto de lo que ocurre cada semana en Afganistán o cadames, en Irak o Pakistán, o una vez al año en Estados Unidos: el fanatismoreligioso se lleva por delante las vidas de inocentes proclamando no sé quéideales y denunciando no sé qué realidades. Jóvenes en un campamento de verano,estudiantes de algún instituto corriente, trabajadores que se desplazan enautobús o vecinos que hacen cola para comprar el pan; son víctimas de estaespiral de odio mórbido en rincones de las antípodas de nuestro pequeñoplaneta, éste que antes era azul.

Y esto es lo que conocemos. En laestadística en la que es estos infortunados, que no fortuitos, actos terminanconvirtiéndose, no aparecen las atrocidades de zonas de África o Asia donde laprensa ni llega, sobre todo porque lo allí sucede no interesa a nadie a casinadie (se gobierna y se maneja para las mayorías).

Algún 'listo', al poco de lasnoticias del atentado de Oslo ya empezó a decir que se atribuía aextremistas islámicos (me suena la historia) y se ha caído con todo el equipo. Naturalmente,lo que ocurrió un par de horas después en la isla de Utoya lo ha dejado en susitio. Lástima que no se haya tragado su propia lengua.

Pero, en el fondo, qué importaque sean islamistas, coptos, ortodoxos o ultracatólicos. Qué importa siquierasi los motivos son religiosos o son sexistas, racistas, políticos, deportivos oeconómicos. Todos son excluyentes, todos ignorantes de otras realidades, todoslunáticos fruto de enseñanzas equívocas para mentes débiles, todos acomplejadosen un mundo que les acompleja.

Todas sus mentes son planas enuna tierra redonda.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia