Construir los sueños
Con un frío de mil demonios voy subiendo la cuestecilla de la trasera del Museo. Debe ser que ya uno está mayor, pero me cuesta respirar cuando doblo la cerrada curva donde aparece una fotografía enorme de un político sobre el lema 'Huelva lo está pidiendo'. No hay más información que esa misteriosa petición y encima la quieta figura que con una medio sonrisa te ve resoplar cuando a duras penas culminas la ascensión que te deja a las espaldas del Agromán.
Desde allí hasta casa ya es todo cuesta abajo. En todo caso, es bueno andar. Me lo tiene dicho el médico, que ande y que procure cerrar el pico, por eso ahora escribo poco. Quizás por eso el político del cartel se ría de mi trabajosa subida al Agromán. A mi edad y con esto de haber puesto todo mi cuerpo a juego con el perímetro craneal, es como si coronara un ocho mil.
Vengo, que eso no os lo he contado, de la presentación del libro último de Pedro Rodríguez, alcalde de Huelva, que ha tenido lugar en el atestado salón de chimeneas de la Casa Colón. A quince pelotes el libro, que no tiene subvención alguna y se lo ha costeado el hombre con sus dineros. Como tiene que ser.
Recuerda en sus páginas Pedro Rodríguez lo que ha cambiado Huelva, la ciudad a la que todos amamos, en este tiempo último. Más que en todo un siglo. Los cambios, y eso no lo vamos a negar, principiaron con Marín Rite, con la avenida de Andalucía, con la canalización de las aguas fecales, con una red de abastecimiento de aguas que en muchos tramos sustituyó a una anterior datada en el siglo I o en el II, en tiempos de la Onuba Aestuaria, y no es broma, que les estoy hablando completamente en serio.
Pero satisfechas aquellas necesidades primarias de una ciudad que recuerdo con calles de tierra y gavias de aguas negras recorriendo los barrios como riachuelos, quedaba todavía mucho que hacer. Fue entonces, cuando entró en escena Pedro Rodríguez y todo cambió. Cayó del cielo este alcalde que quiere seguir siéndolo porque tiene la juventud de sus proyectos escritos en el libro que acaba de presentar.
Llegó no de sopetón, pues siempre estuvo preocupado por la ciudad, por su ciudad que es la nuestra también. Y lo hizo con un discurso nítido, serio, sincero y pleno de amor por la Huelva que por entonces, después de tanto trasegar población para arriba y para abajo, después que hubieron cesado las convulsiones demográficas que tanta ida y venida, se asentaba por primera vez en su historia y lo hacía como la gran ciudad que quería, que necesitaba ser.
En ese preciso instante, cuando Huelva clamaba por encontrarse consigo misma, fue cuando llegó Perico con el discurso preciso y honesto que la ciudad necesitaba. Pedro Rodríguez, alcalde y como están comprobando en estas rendidas líneas, amigo, recordaba los cambios producidos en la ciudad en los últimos veinte años. Pero lo mejor, sólo hay que abrir las páginas de su libro para comprobarlo, está por llegar. Huelva, un sueño de futuro es un instrumento más que un libro. Es la redacción de lo que ya es, pero sobre todo de lo que debe ser Huelva. Es un esbozo de la ciudad que tenemos que pintar entre todos, como avisa el autor, en un esfuerzo común que nos lleve a construir con tino y pasión, la ciudad que todo soñamos.
Uno no sabe a ciencia cierta quién ganará las próximas elecciones municipales. Desde luego sea quien sea el vencedor una cosa está clara. el guión ya está escrito y nadie podrá tener la osadía, el atrevimiento, de hacer otra cosa que esa u otra mejor, pero va a ser muy difícil definir algo mejor que lo que nos cuenta Perico, la necesidad de construir con pasión un espacio soñado, y sabido es que en el amor residen los sueños.
Cuando ustedes se acerquen a Huelva, un sueño de futuro podrán aportar algún matiz, sugerir mejoras, eso está claro; pero seguro que con este guión que Perico ha escrito, la cuesta no nos será tan complicado de superar. Cuando hube doblado la curva del cartel y ya enfilaba el camino de vuelta a casa, recordé el anuncio publicitario que rezaba Huelva lo está pidiendo. Y en efecto, hace años, siglos, que Huelva estaba pidiendo un alcalde como este que ha transformado la ciudad y no se ha echado a dormir. Un alcalde que sueña con una ciudad mejor, distinta de lo que fue. Huelva es ahora una ciudad cargada de futuro y debe llegar a ser lo tantas veces soñado. En su nuevo libro, Pedro Rodríguez tiene trazadas ya las primeras líneas maestras. Consigamos ese sueño.