Panorama desolador
El futuro del Recreativo de Huelva pasa por acertar los próximos días. En el club trabajan a contrarreloj para cerrar el acuerdo con Hacienda y saldar todas las deudas con la primera plantilla antes del viernes, para poder así realizar los tan necesarios refuerzos que necesita el equipo.
Y es que la situación del equipo se está convirtiendo a cada partido en más dramática. Sin capacidad de reacción, la imagen de los albiazules sigue siendo pobre y su clasificación, a pesar de ser salvable, refleja su dinámica perdedora. Hay que dar un golpe encima de la mesa para cambiar esta deriva. Algo hay que hacer y el mismo Oltra lo sabe.
No se trata de hacer leña del árbol caído. Este problema, como ya dije, no es achacable a que los jugadores no estén comprometidos (aunque en el caso de Braulio si es discutible), o que Oltra haya ‘entregado la cuchara’ y fuerce la situación para su cese. Yo al menos no le doy esa lectura, ya que esto viene de atrás y no es culpa de una persona o de varias. En el tercer año, en el que los actuales dueños del club iban a volcarse a favor de una meta, el ascenso, dejó una realidad económica e institucional que ya todos conocen. Una gestión deficitaria en las primeras temporadas mostró la realidad de Gildoy. Aquellas declaraciones eufóricas quedaran en papel mojado, porque el error de no afrontar los pagos a Hacienda terminaría pagándose muy caro. Aún me pregunto cómo no evaluaron los riesgos que se tomaban, a pesar de que pusieran al corriente de la Agencia Tributaria de los incumplimientos.
Los gestores, porque la realidad nos ha mostrado que no son inversores, tratarán de reconducir la situación a nivel económico y todos los recreativistas así lo esperamos. Que ese principio de acuerdo (aunque luego haya sido matizado con propuesta que debe ser aprobada por Hacienda) fructifique y la normalidad financiera llegue sin más contratiempos. El último hace unos días, cuando según Onda Cero Huelva un jugador de la primera plantilla forzó para cobrar, ante su decisión de seguir los pasos de Joselu.
Una vez resuelto todo esto, que no será fácil porque deben pagarse entre los 3 y 4 millones de euros, el punto de mira único estará en el devenir del equipo. Si llegan refuerzos, habrá que evaluar si son los necesarios para aumentar el nivel competitivo del equipo, que falta le hace. Si no llegan, échense a temblar. Meses muy duros por delante, con el claro objetivo de lograr una permanencia que significaría que el club, en la parcela deportiva, asegura su viabilidad y existencia. Pero ya todos saben que la figura más débil de esta ecuación es la del entrenador. Discutido y cuestionado cada vez más por una parte de la afición y el entorno mediático, el margen que le queda al técnico es mínimo. Su crédito es insuficiente, a pesar de las promesas incumplidas por parte del Consejo. Si no es capaz de solventar la difícil coyuntura del equipo, los gestores podrían cesarle, siempre y cuando el tema económico esté solventado. Si no lo estuviera, sería mucho más difícil, aunque existe una clausula en el contrato de Oltra que posibilita su despido a falta de diez jornadas para el final de la Liga, siempre y cuando el equipo esté en los últimos puestos.
Este domingo el Decano jugará su primera gran final en el coliseo recreativista. Solo vale ganar para poder salir de la zona de descenso y de paso para recomponer su futuro, a nivel mental y moral. La afición no puede fallarle al equipo, aunque este ya lo haya hecho más de lo deseado. Con la vuelta de las rayas albiazules, esperemos que cambie la dinámica. Por ganas no faltará.