Virgencita, que me quede como estoy
Al cabezo de Mundaka lo quieren “recuperar”, ¿es que acaso el cabezo no está ya? ¿es que acaso no es ya lo que es, un cabezo? Desde luego lo que va a haber es una degradación paisajística de la zona por el proyecto de “recuperación” de esta estructura geológica singular situada en el corazón de la ciudad. Al pueblo onubense se le privará, como de tantas cosas, de la visión del cabezo de por vida. La panorámica no se obtiene observándolo desde arriba, sino desde abajo, y desde abajo lo que se verán serán bloques de pisos, preciosa vista.
“Recuperar” la asignatura de los cabezos es lo que no hace este consistorio municipal. ¿Qué hay del patrimonio cultural y natural que los cuaja? Una buena estrategia de inventario, diagnóstico, mejora, uso y disfrute de este patrimonio es lo que tiene que vendernos este Ayuntamiento, no tantas viviendas ¿quién las comprará? Hacer habitable una ciudad no es construir más viviendas. Los cabezos deben ser aprovechados como zonas verdes, pero no tapados, en esta ciudad no tenemos donde descansar los ojos de tanto cemento, y nos venden más cemento.En la cabeza de todo el mundo está el lema onubense de: “Si esto lo tuvieran en otra ciudad.....”. Si los cabezos los tuvieran en otra ciudad serían su atractivo turístico, el patrimonio arqueológico estaría recuperado y expuesto para su visita, tendría servicios de interpretación para que todo el mundo los conocieran y fueran un referente cultural, la seña de identidad principal. ¿Y que hacemos en Huelva? Los tiramos, construimos encima, y a la urbanización le ponemos el nombre del extinto cabezo; o le criogenizamos el talud y lo dejamos seco para las generaciones futuras; o hipotecamos su paisaje apantallándolo con viviendas en la mayor parte de su extensión.
Ante esta situación hay que plantearse si es mejor la no intervención, mejor nos quedamos como estamos, a ver si viene gente en un futuro con mejores ideas, quizás la crisis nos traiga algo bueno, salve el cabezo de Mundaka.
