Los mandamientos del que manda y miente en el Recre
Falsos predicadores portadores de las tablas de la ley del mercado mancillan desde hace tiempo la Palabra Sagrada, el fútbol. La nueva evangelización del balompié trajo a Huelva a uno de los autoproclamados profetas del recreativismo, un falso ídolo al que adoraron algunos y cuyos postulados incumplieron cada uno de los 10 mandamientos que dictan el comportamiento regio.
1- Jamás amó al Recre sobre todas las cosas. Lo convirtió en un producto empresarial que exprimió y llegó a vaciarlo de su valor. Su máximo afán ha sido enriquecerse sin miramientos respecto al perjuicio que pudiera causar a la comunidad blanquiazul.
2- Tomó sistemáticamente el nombre del Recre en vano; con su beligerancia, oscurantismo, despotismo y un trato vejatorio a los medios de comunicación, la afición, los empleados y a los jugadores, ensució la integridad de una institución modélica que se forjó un respeto a base de humildad, transparencia y cercanía.
3- Ha sido un elemento de discordia y disonancia constante, evitando que se santificasen las fiestas. Cada domingo, se ha repetido la orfandad en el palco, las protestas generalizadas y se ha implorado piedad para no ser arrastrados a los infiernos. Las jornadas dominicales han distado mucho de ser celebraciones futbolísticas; más bien se han convertido en plebiscitos, en rezos de un rosario de plegarias de 90 minutos, de invocaciones divinas con la mirada clavada en el marcador.
4- Deshonró al Padre del fútbol español, que ha acunado a varias generaciones llegando a convertirse en el Abuelo de un deporte desconocido en nuestras fronteras hasta su irrupción. Ha maltratado su memoria y comprometido su pervivencia. Su báculo de mando azotó el costillar de quienes estaban llamados a heredar el legado del Recre, alejándolos de su regazo. Arrebató a los nietos del Recreativo uno de los símbolos más identificativos, el crucifijo blanquiazul, su escudo, que a día de hoy sigue secuestrado.
5- Matará si un milagro no lo evita. La soga de la codicia y la irresponsabilidad ha asfixiado al Recre, un Dios al que decía venerar y al que ha sometido a una cruel agonía. Un acto que posee implicaciones ‘nietzscheneanas’ más globales, demostrando la desaparición de unos valores objetivos y de una ley moral universal en el balompié actual. Un contexto que escenifica el nihilismo de principios que representa el fútbol moderno.
6- Los actos impuros han salpicado su hereje catecismo. Trabajadores privados de su sustento, chavales cuyo bautismo se ha producido con el agua más ácida y corrosiva del fútbol: los impagos, la incertidumbre, el desamparo y el abandono. Y qué decir de la tortura infligida a la afición, azotada con el látigo de la desinformación, vilipendiada por el mutismo más lacerante e intoxicada por una bilis que ha ido acumulando durante años.
7- Ha robado el Recre a su gente, lo ha expropiado material y emocionalmente a los onubenses, llegando casi a arrebatárselo. Ha sustraído su esencia, el espíritu que lo fraguó. Lo ha despojado de su idiosincrasia y absorbido todo su potencial. Nos ha hurtado tiempo, un tesoro preciado que ha terminado transformando en uno de nuestros más acechantes enemigos. Ha esquilmado una fértil cosecha de 126 años de historia. Algunos jardineros se afanan por retirar la cizaña y abonar una tierra fértil pero muy castigada; los brotes verdes son tiernos y frágiles, pero rociados con un fertilizante a prueba de alimañas llamado Trust.
8- Custodiado por sus acólitos y respaldado por su terna de monaguillos de confianza, sus falsos testimonios y mentiras adquirieron categoría de dogma, que la ‘ciencia’ judicial hoy empieza a desmontar. Plazos incumplidos, ventas etéreas que nunca se materializan, compromisos en el abono de las nóminas (“quiero pagar pero no me dejan”), deuda, comunicados capciosos y plagados de incongruencias, los famosos e intrincados flecos, justificaciones acusatorias para argumentar la situación de los empleados, y un largo etcétera. Sin olvidar todos los pecados que deberán expiarse el día del juicio final, la catarsis redentora tras una dura y angustiosa travesía por el desierto con el maná de la querella como sustento.
9- Ha albergado pensamientos impuros respecto al Recre. El último de ellos, nada menos que liquidar la entidad en caso de no recibir garantías de que únicamente se le embargarían un 5% de las acciones en concepto de fianza que el juez solicitaba tras admitir la querella del Trust. Una amenaza que evidencia su más absoluto desprecio a un equipo al que ha dado el beso de Judas en múltiples ocasiones.
10- Ha codiciado de forma enfermiza y obsesiva un bien ajeno, algo que jamás le ha pertenecido pese al porcentaje de acciones que estuvieran en su poder. Logró con ello profanar un templo, el Nuevo Colombino, que vació de fieles espantados por los tributos que solicitaba.
A pesar de que desde algunos ámbitos ya se recitan pasajes del Apocalipsis, su afición, los recreativistas de verdad, tratan de recuperar los primeros versículos del Génesis para incorporarlos al Nuevo Testamento del Recreativo, que varios de sus discípulos ya están escribiendo en nombre de nuestro Decano. Por los siglos de los siglos.
@ManuelGGarrido