crimen oganizado
Los sicarios 'low-cost' de la costa andaluza
Menores reclutados por Telegram por un mensaje en un grupo de chats dispuesto a matar por dinero
Cobran menos de 50.000 euros por asesinato y se fugan de centros de menores europeos
Al bajarse del avión en Andalucía se les entrega un patinete para moverse sin ser detectados y un arma para ejecutar al objetivo
Los salarios del narco en Huelva: de los 300 euros por petaca a los 60.000 por proteger una goma en el mar

Un simple mensaje en Telegram sirve para hacerse con los servicios de un sicario para matar en el litoral andaluz. Varias operaciones constatan un mercado 'low-cost' de asesinos que llegaron a la Costa del Sol para ejecutar a los rivales de aquellos que los contrataron. «Necesito alguien para hacer un trabajo. Contactadme», ponía uno de esos mensajes interceptados por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Costa del Sol de la Policía Nacional. En esos grupos cerrados hay una amalgama de chavales, adolescentes, dispuestos a apretar el gatillo por un puñado de euros.
Sus servicios son más baratos que los sicarios más experimentados, con menos garantías y mucho más peligrosos. «A alguno se le nota que no está en plenas capacidades», añade uno de los investigadores de la Policía Nacional que ha interceptado este comercio de la muerte y detenido a estos sicarios menores de edad.
Estos asesinatos no tienen nada que ver con los profesionales de Cabopino (Marbella) en 2019. El crimen sigue sin resolver por las medidas de seguridad que tomaron en la fuga, hasta quemaron el coche con el que fueron a matar a un francés de 60 años. Tampoco se parecen al asesino de porte militar que mató a un narco balcánico en un paseo de peatones de Marbella en 2020.
Ni tampoco al británico que en junio de este año acabó con dos mafiosos escoceses en una terraza del paseo marítimo de Fuengirola. No tienen, por ejemplo, la pericia suficiente como para arreglar un arma que se encasquilla en pleno asalto para matar a dos personas y, aun así, conseguir el objetivo y acabar con los dos rivales. Ni estudian tan a conciencia la huida como para usar transbordos en varios países.
Es una modalidad de asesino cutre, menos experimentado y más similar a las pandillas. No por eso es menos voraz y decidida a conseguir sus macabros objetivos. Son chavales de 16 ó 17 años con poca experiencia con las armas, a los que se les puede ir el retroceso y alcanzar a alguien por una bala perdida, como ocurrió en un parking de Estepona el pasado mes de julio.
Son chavales de 16 ó 17 años con poca experiencia con las armas, a los que se les puede ir el retroceso y alcanzar a alguien por una bala perdida, como ocurrió en un parking de Estepona el pasado mes de julio
Pese a eso, tienen otras ventajas. Estos sicarios adolescentes son fáciles de contratar, porque muchos se ofrecen para los trabajos. Además son baratos. «Suelen ser menores vulnerables, a los que les pagan 20.000 euros y les parece mucho dinero por quitar una vida», añaden fuentes de la investigación de este tipo de delitos, que tasan la acción de estos sicarios en precios que oscilan entre los 10.000 y los 50.000 euros. «Es poco dinero por matar a alguien», señalan los expertos de la Policía Nacional.
A las dos de la madrugada en Fuengirola el último puente de diciembre, la ráfaga de disparos retumbó en la noche. Un joven de 30 años cayó muerto. Uno de los disparos le alcanzó en la cabeza. El tirador huyó en una bicicleta. Nervioso, disparó sin control. No recogió las vainas para tapar sus huellas y abandonó el arma debajo de uno de los coches que había aparcados en la calle.
Era un sicario contratado por internet. No mucho tiempo después, una mujer fue detenida en Holanda por encargar el ajuste de cuentas. La Policía Nacional lo relacionó con la Mocro Maffia. El asesino era un joven fugado de un centro de menores de Bélgica, que apretó el gatillo por unos cuantos miles de euros.
Menor era también el sicario detenido en Benalmádena. El arrestado tenía solo 17 años, su 'jefe' era todavía más precoz. Con solo 14 años dirigía la organización de asesinatos por encargo desde su domicilio en Alicante. El detenido en la Costa del Sol había respondido a un encargo para un asesinato en el litoral andaluz por Telegram.
Estaba pendiente de la recogida de un fusil de asalto y conocer el plan de fuga. No llegó. La Policía lo detuvo antes de que pudiera dar los pasos necesarios para matar. «Ahí sí pudimos constatar que se organizaba todo por redes sociales encriptadas», añaden los investigadores. que dicen que es un método habitual en los suburbios de las grandes ciudades suecas, donde se ha instaurando este modo de contratación en el crimen organizado.
Es la forma habitual. Tras responder al mensaje se concreta el viaje a Andalucía, donde la organización que les hace el encargo les proporciona dos casas básicas: el arma y el transporte. Es lo que ocurrió con el último menor también detenido en Fuengirola, cuando se cree que iban a cometer un asesinato en el paseo marítimo. Estaba acompañado de otro adolescente de 19 años. «La Policía de Suecia nos avisó de que los dos venían a España y que creían que para cometer un asesinato», añaden desde Udyco.
Una vez en la Costa del Sol se inició el seguimiento. «Vimos como quedaban con la organización que les hizo el encargo. Les entregaron el patinete y una caja que creemos que eran las armas», recuerdan las fuentes, que aseguran que los detuvieron cuando los vieron salir con chándal, capucha y el rostro tapado de la casa.
«Todos los días iban vestidos de verano, pero ese día se prepararon. Cuando los detuvimos no llevaban pistola. Estaban en el vivienda donde se alojaban. Creemos que iban a reconocer el terreno o ver si el objetivo estaba en el lugar para volver, coger las pistolas y matarlo», aseveran las fuentes de la Policía.
Asesinatos a bordo de patinetes, pero también bicicletas o motos eléctricas que no necesitan matrícula. «Se evita que tengan algún tipo de indicativo por el que se pueda reconocer», afirman las fuentes, que dicen que cuando entraron en la vivienda del narco que encargó el asesinato a estos jóvenes había una moto eléctrica de esas características.