'AUMENTA LA CONFLICTIVIDAD'
Nuevo incidente violento en la cárcel: funcionarios paran el ataque de un recluso armado con palos afilados
12.37 h. El sindicato Acaip-UGT incide en la falta de personal, con unos 40 trabajadores menos que penales similares, y en las consecuencias para la seguridad de internos y funcionarios.

Funcionarios del centro penitenciario de Huelva han conseguido reprimir el ataque de un interno del penal que, armado con palos afilados, trató de agredir a algunos trabajadores, que consiguieron arrebatarle las armas y reducirlo “evitando una tragedia”, ha confirmado el sindicato Acaip-UGT.
Se trata del último episodio de violencia – ocurrido hace solo tres días- en la cárcel onubense, que se suma, según la organización sindical, “al aumento exponencial de graves incidentes”, que en algunos casos han acabado con trabajadores agredidos. “La respuesta tanto de la Dirección del centro como de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. dependiente del Ministerio de Interior, ha sido tibia por no decir que nula”, ha lamentado Acaip-UGT, para añadir que a día de hoy, la mayoría de los reclusos que han participado en estos altercados no han sido trasladados de la penitenciaría de Huelva.
A consideración de Acaip, la consecuencia es “la sensación de impunidad que desde Instituciones Penitenciarias se transmite ante estos graves hechos y, en consecuencia, el deterioro de la seguridad y la integridad de los funcionarios de la prisión de Huelva”.
Por otra parte, ha asegurado que el aumento de la conflictividad “no se ha intentado contrarrestar con medidas dirigidas a paliar la falta de personal”, punto en el que ha concretado que de la nueva promoción de 900 plazas solo tres han sido destinados a Huelva, a pesar que el número de funcionarios asignado a este centro “es sensiblemente inferior”, entre 30 o 40 funcionarios menos que cualquier centro penitenciario de similares características.
El sindicato ha añadido que la Dirección del penal “parece inmersa en una espiral programas de tratamiento experimentales que no se dotan de personal ni formación y en algunos casos hasta se compromete la seguridad de los trabajadores”, que contrasta con la dotación en publicidad institucional tanto pública como vía interna dirigida a las autoridades penitenciarias de la Secretaria General con sede en Madrid.
Acaip ha indicado que “forma sorprendente e incongruente” con la clasificación de vida interior, la Dirección dispuso la salida de primeros grados a la piscina - dentro de un programa de tratamiento para internos con régimen de vida restringido sometidos en su módulo a una estrecha vigilancia-, “comprometiendo la seguridad interior del centro” y para posteriormente cerrarla “por graves deficiencias” en las instalaciones.
Por otra parte, “tampoco se entiende, viendo las deficiencias de personal, que el director del centro admita el ingreso en prisión de detenidos por la Guardia Civil en operaciones en narcotráfico, aumentando de forma considerable el trabajo de los funcionarios del centro y afectando a todas las áreas”. Además, detectamos la descoordinación e improvisación entre Guardia Civil e Instituciones Penitenciarias, pagando los trabajadores del centro estas deficiencias, ya que muchos de estos detenidos son puestos en libertad en pocas horas”.